sexta-feira, dezembro 19, 2014

Para Descansar a Vista

Em louvor de Cuba , do seu povo, da sua história, dos ideais que quase todos compartilhámos quando éramos (mais) novos. Em louvor desta trégua e paz.

Embora com alguma desconfiança "à cause des puros" - com receio que o USD tome conta dessas ocorrências num futuro próximo e deixe apenas as sobras para nosotros.

De todas as  formas e como pareceria de um egoísmo extremo estar a assombrar estas notícias magníficas por causa de um vício*, aqui vos deixo Roberto Fernandez Retamar .

*Nota: Fumar um cubano  de quando em vez será ainda um vício que mantenho, mas raro, muito raro atendendo à crise que atravessamos. Nem lhe chamaria já uma "adição", mais uma "subtracção" onde, de vez em quando, lá somamos uma parcela em dia de arco-íris. Nem todos podemos ser Álvaros Sobrinhos...

Bio de Retamar por cortesia de Virgilio Lopez Lemus: Começa a carreira literária em 1950, com  Elegía como un himno (1950). 
Em 1952 edita Patrias e em 1955 Alabanzas, conversaciones. Reconhecido como um ensaísta de talento, esteve sempre entre os mais importantes criadores de sua geração. Vuelta a la antigua esperanza (1959) é um livro do coloquialismo, corrente que se expressa com mais intensidade em Con las mismas manos (1962), Historia antigua (1964), Que veremos arder (1970), Circunstancia de poesía (1977), Juana y otros poemas personales (1981), Hacia la Nueva (1988), entre outros. Agrupou quase todos seus poemas em Poesía reunida (1966) e no livro mais destacado Palabra de mi pueblo (1980). Em 1989  recebeu o Prémio Nacional de Literatura.
 
FELICES LOS NORMALES
Felices los normales, esos seres extraños.
Los que no tuvieron una madre loca, un padre borracho, un hijo delincuente,
Una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida,
Los que no han sido calcinados por un amor devorante,
Los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa y un poco más.
Los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros,
Los satisfechos, los gordos, los lindos),
Los rintintín y sus secuaces, los que cómo no, por aquí,
Los que ganan, los que son queridos hasta la empuñadura,
Los flautistas acompañados por ratones,
Los vendedores y sus compradores,
Los caballeros ligeramente sobrehumanos,
Los hombres vestidos de truenos y las mujeres de relámpagos,
Los delicados, los sensatos, los finos,
Los amables, los dulces, los comestibles y los bebestibles.
Felices las aves, el estiércol, las piedras.
Pero que den paso a los que hacen los mundos y los sueños,
Las ilusiones, las sinfonías, las palabras que nos desbaratan
Y nos construyen, los más locos que sus madres, los más borrachos
Que sus padres y más delincuentes que sus hijos
Y más devorados por amores calcinantes.
Que les dejen su sitio en el infierno, y basta.
(De: Historia antigua - 1962)

Nenhum comentário: